La Chaya

La Chaya

La Chaya, cuyo nombre científico es Cnidoscolus Chayamansa, es un arbusto perennifolio que suele llegar a los cinco metros de alto, originario de Centroamérica. Pertenece a la familia Euphorbiaceae. Se lo utiliza como ornamento y para proporcionar sombra, pero se le atribuyen también propiedades medicinales. Es de fácil cultivo y muy resistente, salvo sus ramas jóvenes que tienden a quebrarse con facilidad.

Su follaje es tupido y de color verde. Las grandes hojas que da son comestibles y se las emplea en la cocina como cualquier otro vegetal, aunque siempre cocidas, dado que se eliminan así el compuesto tóxico que contienen; poseen largos pecíolos y bordes dentados; la forma es palmeada y con hendiduras muy profundas, lo que les da el aspecto de ser lobuladas; las nervaduras están bien marcadas y son más claras que el fondo.

Incluidas en la dieta diaria aportan a nuestro organismo vitaminas A y C, proteínas y varios minerales; son altamente nutritivas, aún más que la espinaca. Hay varias especies y algunas son más venenosas que otras, por lo que al manipular las hojas conviene utilizar guantes para proteger las manos del contacto, que las más de las veces tiene efecto urticante.

Da pequeñas flores blancas que se reúnen en inflorescencias de tipo umbela. Se reproduce con mucha facilidad mediante esquejes o estacas leñosas, raramente por semillas. En dos años la planta ya estará produciendo hojas suficientes para el consumo, sólo que no hay quitarle más que la mitad de ellas para que continúe con un desarrollo adecuado. El riego debe ser moderado. Prefiere las ubicaciones a pleno sol y le agradan los climas cálidos.

Dentro de la medicina no tradicional se le atribuyen propiedades digestivas, diuréticas, anti-inflamatorias, anti-reumáticas y depurativas de la sangre; en uso externo se asegura que el látex que exuda elimina las verrugas y que las hojas cocidas, aplicadas como emplasto, ayudan a que los abscesos maduren.

Dejar un comentario:

Tu email no será publicado.

Site Footer