La denominada científicamente Cressa truxillensis es una planta herbácea perenne que forma parte de la familia Convolvulaceae (emparentada con las campanillas conocidas como “Morning glory”), originaria del oeste de América del Norte, donde se extiende por playas arenosas, costas salinas y llanos desérticos hasta aproximadamente los mil metros de altitud.
Sus tallos erectos (algunas veces decumbentes), de pubescentes a hirsutos, suelen medir hasta veinticinco centímetros de alto y crecen formando densas matas. Posee pequeñas hojas verde-grisáceas, sésiles, de márgenes enteros y de forma elíptica, de cerca de un centímetro de longitud, también cubiertas por una fina pubescencia, que se distribuyen de manera alterna.
Florece desde bien entrado la primavera hasta el otoño. Las flores, de nacimiento axilar, aparecen en la parte más alta de los tallos sostenidas por cortos pedúnculos; tienen una corola formada por cinco pétalos blancos acuminados y al cáliz lo conforman otros tantos sépalos verdes; completan el conjunto dos estambres y dos estilos. Los frutos son uniloculares y conservan aún después de madurar, como característica, parte del aparato reproductor; aunque producen más cantidad sólo una semilla dicotiledónea por fruto es viable.
A pesar de ser una especie acostumbrada a suelos arenosos se adapta bien a los de composición alcalina, y es así como la hallamos hoy en día distribuida por varios lugares del planeta; gusta de ubicaciones a pleno sol y no precisa de mucho riego para subsistir. Cabe recordar que fuera de su hábitat natural puede tornarse invasiva.