La Cuscuta

La Cuscuta es una enredadera parásita que responde al nombre científico de Cuscuta europaea y es miembro de la familia Convolvulaceae. Se la identifica porque sus tallos aparentemente carecen de hojas, aunque no es así sino que éstas están casi reducidas a escamas. Algunas variedades pueden llevar a cabo fotosíntesis pero no es este el caso, dado que la C. europea depende íntegramente de su huésped para nutrirse.

Da minúsculas flores acampanadas hacia el comienzo del verano. Produce innumerables semillas resistentes que pueden sobrevivir varios años manteniendo su poder germinativo, pero en cuanto brotan gracias a los nutrientes que poseen en los cotiledones sólo duran escasos días, necesitando un huésped al cual aferrarse para continuar su existencia. Una vez que alcanzan otra planta la rodean en sentido contrario al de las agujas del reloj y se introducen (mediante haustorios) en su sistema vascular, es entonces cuando su raíz provisoria en tierra muere, dado que es débil y efímera.

Es un problema muchas veces para la agricultura pues parasita los cultivos y debilitándolos los hace vulnerables a cualquier virus que los ataque y llega, además, a contagiar enfermedades de una planta a otra cuando está parasitando varias al mismo tiempo. Si ataca a un ejemplar solo se lo retira y se controla la infestación, si se expandió por todo el sembradío habrá que cambiar la especie cultivable por una que no sea propensa a hospedar Cuscuta y tenerla por varios años hasta que ya no haya peligro de que ésta regrese.

Dentro de la medicina no tradicional se le confieren a la semilla propiedades protectoras del hígado y los riñones, también se dice que ayuda a prevenir la osteoporosis; sin embargo la planta ha demostrado ser tóxica en conejos, caballos y ganado vacuno.

Dejar un comentario:

Tu email no será publicado.

Site Footer