La Melosa pálida

Se conoce por el nombre popular de Melosa pálida a la planta anual de consistencia herbácea que recibe la denominación científica de Ononis diffusa. Es miembro de la familia Fabaceae (antes Leguminosae) y su origen se encuentra en las costas del Mar Mediterráneo, pudiendo hallársela también en islas del Océano Atlántico como las Azores y Canarias y en las áreas costeras de Galicia y Portugal; desde el nivel del mar hasta los seiscientos metros de altitud.

Le gustan las ubicaciones a pleno sol y crece tanto sobre las dunas como en prados secos y arenosos un poco más hacia el interior. Ronda el medio metro de alto. Los tallos, cubiertos por una fina pilosidad, pueden ser tanto erectos como decumbentes. Posee hojas alternas compuestas por tres folíolos de color verde claro, con el borde serrado y forma de oval a elíptica, que presentan estípulas soldadas a sus pecíolos.

En la primavera sus flores hermafroditas y zigomorfas  (papilionadas, similares en apariencia a las de todas las fabáceas) aparecen reunidas en inflorescencias terminales de tipo racimo; la corola es más larga que el cáliz pubescente; el estandarte es de color rosa o lila (muchas veces con líneas difusas violetas o moradas) y las alas y la quilla son blancas. Pueden tener pedicelos muy cortos o directamente ser sentadas. Están protegidas por brácteas unifoliadas.

El androceo lo componen unos diez estambres soldados por sus bases. El gineceo es monocarpelar y el estilo cilíndrico. Los frutos son legumbres que miden alrededor de medio centímetro, tienen forma ovoide, pico recurvo y conservan el cáliz que es persistente. Contienen tres o cuatro semillas reniformes, de cerca de un milímetro y medio, color pardo-rojizo, que germinan fácilmente.

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