La Pulmonaria angustifolia es una planta herbácea rizomatosa perennifolia, originaria del noreste europeo, que pertenece a la familia Boraginaceae. Su altura oscila entre los 30 y los 45centímetros, y posee un ancho similar.
Sus hojas ovales tienen borde entero, son pubescentes y de color verde oscuro, surgen del rizoma formando una roseta basal, luego a lo largo del tallo se van separando y adquieren menor tamaño; muchas veces aparecen moteadas de blanco o de un verde más claro, de donde proviene su nombre científico porque se interpretaba que parecían pulmones manchados y se las empleaba dentro de la medicina no tradicional para curar enfermedades que tenían que ver con ellos.
En primavera se cubre de hermosas flores azules, acampanadas y con el cáliz tubular, que en la subespecie Pulmonaria angustifolia azureus son de un azul aún más intenso. Son pequeñas (de entre un centímetro y un centímetro y medio), tienen cinco pétalos y aparecen reunidas en inflorescencias terminales de tipo cima (rodeadas por brácteas acuminadas) que presentan un gran atractivo para las abejas. Los frutos, que miden menos de medio centímetro, son lisos, ovales y contienen una sola semilla.
Se la usa como tapizante en los jardines o bien formando grupos; prefiere ubicaciones con sombra parcial a total y suelos húmedos pero con buen drenaje, fértiles y ricos en humus; también se la puede cultivar en tiestos o macetas. Es muy resistente y no demanda mayores cuidados, salvo el quitarle las hojas viejas luego de la floración. Se propaga a través de las semillas puestas a germinar entre fines de invierno y comienzos de la primavera y también por división de matas en el otoño. Suelen ser atacadas por babosas y caracoles que las encuentran deliciosas.