La Vid de jade

La Vid de Jade, o Tabayak, que responde al nombre científico de Strongylodon macrobotrys, es una enredadera perenne de base leñosa (similar a la vid, de allí su nombre común), originaria de los bosques húmedos del este de Asia (más precisamente Filipinas, las islas de Luzón, Mindoro y Catanduanes) que pertenece a la familia Fabaceae (Leguminosae). Sus largos tallos suelen llegar a los veinte metros de largo. Debido  la intensa deforestación que está sufriendo su hábitat natural se la considera, hoy en día, en peligro de extinción.

Sus hojas, compuestas por tres folíolos ovales y acuminados, son de color verde pálido y miden unos veinticinco centímetros. En su segundo año de vida da hermosas flores, de tonos turquesa o verde, similares a pequeñas mariposas con las alas plegadas, que se agrupan en pseudo-racimos pendulares de más de un metro de longitud; los murciélagos son quienes efectúan la polinización de las mismas cuando se acercan a beber su néctar (el polen cae sobre sus cabezas y así es transportado a otra planta que lo recoge). El fruto es una vaina o legumbre pulposa de alrededor de quince centímetros que contiene una docena de semillas, aproximadamente.

Debido al peligro que corre se está tratando de reproducirla bajo cultivo pero es bastante difícil; usualmente se emplean para hacerlo esquejes leñosos (que tardan cerca de seis semanas en echar raíces), ubicándosela cerca de algún árbol o soporte para que trepe por ellos, donde creará un efecto ornamental maravilloso al llegar la época de floración. Hay que protegerla de las temperaturas extremas, cualquier helada puede quemarla; necesita al menos unos quince grados centígrados para estar cómoda y entre 20 y 25 para florecer, es por ello que en zonas de templadas a frías se la resguarda en invernaderos.

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