Cola de Caballo

equisetum

El Equisetum giganteum, o Cola de Caballo, es una planta pteridofita herbácea, perenne y rizomatosa (sus particulares rizomas son alargados y presentan una arquitectura única en su tipo, extendiéndose tanto de manera horizontal como vertical dentro del suelo) originaria de América que pertenece a la familia Equisetaceae, mide entre uno y tres metros de altura con un grosor de tallo promedio de unos tres centímetros.  Los equisetos podrían ser los ejemplares más antiguos conocidos de plantas vasculares. Su apariencia es similar a la del bambú.

Tienen hojas envainadas muy apretadas al tallo (que es hueco y erguido) que brotan a partir de los nudos, de ellos nacen también tallos secundarios provistos de órganos reproductivos (con sacos que contienen numerosos esporos de corta vida). La aspereza al tacto proviene de su alto contenido de compuestos de sílice, un 13% aproximadamente.

Dentro de la medicina no tradicional se le atribuyen propiedades cicatrizantes, diuréticas (aumenta en un 30% la eliminación de orina), depurativas, hipoglucémicas, astringentes y hemostáticas; son utilizados los tallos y las ramas verdes estériles, que si no se los recolecta mueren en el siguiente invierno, se los pone a secar al sol y luego deben ser guardados en recipientes herméticos. Se la recomienda en casos de obesidad, hidropesía, cálculos renales, cistitis, exceso de ácido úrico, osteoporosis y enfermedades reumáticas. Nunca su uso debe ser prolongado pues tiene múltiples contraindicaciones (contiene alcaloides, silicatos y encimas que hacen daño al organismo) y tampoco se le debe administrar a embarazadas ni lactantes.

En uso externo es buena para la dermatitis y heridas difíciles de curar, también alivia la inflamación producida en los ojos por la conjuntivitis, donde se aplica el líquido de la infusión mediante una gasa. Últimamente se estableció como planta ornamental en los jardines debido a su grácil aspecto y es muy útil también para fijar bancos de arena pues prefiere los lugares húmedos; en su hábitat natural la encontramos bordeando lagos, lagunas, ríos y arroyos.

Todos los miembros de esta familia tienen efectos tóxicos sobre el ganado vacuno que los ingiere. Entre sus principales componentes hallamos: Acido ascórbico, ácido málico, ácido gálico, equisetonina, tiamisina, nicotina, niacina, calcio, hierro, magnesio, potasio, silicio, sílice, cromo, cinc y gran cantidad de fibra. El silicio que contiene la planta la protege de insectos y de hongos, incluso con ella se prepara un extracto que se aplica como protección para las demás especies vegetales. Como no es sencilla su reproducción mediante  esporas se procede a la división del rizoma que da mejor resultado.

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