El Mastuerzo, cuyo nombre científico es Lepidium sativum, es conocido también como “Berro de tierra” y forma parte de la familia Brassicaceae (Crucíferas). Es una planta silvestre anual. Su origen se halla en el norte de África y el este de Asia. Hay tres variedades: Común, de hoja ancha y de hoja rizada. Se le atribuyen propiedades tónicas, depurativas, diuréticas y anti escorbúticas, para esos fines se utilizan las hojas y los tallos frescos (que son rectos y suelen alcanzar cincuenta centímetros de alto), además de las semillas que sirven para mejorar la circulación sanguínea. Aplicándolo externamente se lo usa en casos de dolores articulares y musculares.

En la cocina las hojas (que son trilobuladas) pueden prepararse en ensaladas (siempre en crudo pues pierden el sabor con la cocción) y las semillas, que tienen sabor picante, se usan como condimento (se las conoce desde la antigüedad como “la pimienta de los pobres”); los brotes tiernos se comen en emparedados junto con huevo duro y mayonesa; su ingesta aporta a nuestra dieta abundante fibra, proteínas, minerales tales como el hierro, calcio y silicio, y las tan necesarias vitaminas A, B y C; la gran cantidad de clorofila (neutralizadora de los radicales libres) que contiene la convierte en un poderoso anti oxidante también.

Sus flores son blancas y extremadamente pequeñas, presentan cuatro pétalos blancos, cuatro sépalos verdes y de cuatro a seis estambres; se reúnen en inflorescencias de tipo racimo. El fruto es una vaina algo redondeada, se debe recolectar antes de que la planta se seque. Se reproduce con muchísima facilidad, a los pocos días de sembradas las semillas ya se tienen plántulas de buen tamaño; se puede sembrar y cosechar a lo largo de todo el año. No es exigente en cuanto a suelos pero no tolera el sol fuerte del verano. Es una especie apta para cultivo hidropónico y de hecho se la comercializa mucho en esa forma.