El Kale

El Kale

El Kale, o Borecole, cuyo nombre científico es Brassica oleracea, pertenece al grupo acéfalo (sin cabeza), de los brócolis y las coles de Bruselas y todos forman parte de la familia Brassicaceae. Posee grandes hojas ásperas al tacto, verdes o moradas, pero con la diferencia de que en el centro de las mismas no se forma una cabeza, como en el resto de las coles o repollos; es por ese motivo que se la ubica más entre las variedades silvestres que entre las cultivadas.

El nombre Borecole puede haberse originado en la palabra holandesa “boerenkool” (col o repollo de los agricultores). Algunas variedades sobrepasan el metro de alto por bastante más de ancho y otras son compactas y simétricas; las hay anuales y bienales y se reproducen mediante semillas. Puede cultivarse todo el año porque es resistente al frío, aunque las hojas cosechadas antes de la época de heladas tienen mejor sabor, más tamaño y aroma que las obtenidas luego.

Ya conocidas en Grecia y Roma desde la antigüedad, estas coles de hojas enruladas comenzaron a tener gran aceptación durante la Edad Media en Europa, hoy en día variedades de hojas verde claro, verde oscuro, verde-violáceas y violeta-amarronadas se encuentran por todo el mundo. Es una planta no precisa de cuidados especiales y provee importantes nutrientes al organismo; las hojas cocinadas al vapor mantienen todos sus beneficios intactos. Se las adiciona a sopas y se preparan caldos con ellas; pueden también, una vez hervidas, mezclarse con el puré de papas; en el noroeste de Alemania hay toda una región dedicada a su cultivo y se realizan visitas guiadas por los distintos establecimientos agrícolas para probar el “kale stew”, o guiso de Kale.

El jugo obtenido de ellas es un excelente complemento dietario; las grandes hojas de Kale aportan a nuestra ingesta diaria carbohidratos, azúcares, fibra, proteínas, minerales y varias vitaminas. Dentro de la medicina no tradicional se le atribuyen propiedades anticancerígenas y se dice que consigue disminuir el colesterol considerablemente. Algunas de sus variedades más conocidas son Scots kale, Rape kale, Tuscan kale y Jersey kale. Muchas son ornamentales gracias a la diferente tonalidad de las hojas de la roseta central (blancas, rosadas, lavanda, azules y hasta de color violeta) que se asemeja así a una flor.

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