Venus atrapamoscas

La Venus atrapamoscas, cuyo nombre científico es Dionaea muscipula, es una de las denominadas “plantas  carnívoras”, pertenece a la familia Droseraceae y es originaria de las Carolinas (norte y sur) en los Estados Unidos; crece en áreas de pastizales con árboles raleados (tipo sabana), a orillas de los pantanos y en hábitats que sean una mezcla de ambos. Los incendios ocasionales de las praderas no le afectan negativamente, muy por el contrario; se pierde la parte aérea de la planta pero su rizoma se halla siempre a más de diez centímetros de profundidad, llegando sus raíces hasta alrededor de los treinta centímetros (donde se encuentran a salvo de la temperatura elevada), por lo que vuelve a brotar y con más fuerza habiendo sido eliminadas otras especies que pudieran competir por las nutrientes del suelo con ella.

Los bulbos pueden almacenarse en lugar frío, luego de colocados en la tierra tardan de dos a tres meses en florecer; también se reproduce mediante semillas y esquejes de hojas. La Venus prefiere suelos sueltos y arenosos libres de nutrientes puesto que éstos los obtiene de sus presas; necesita bastante humedad ambiente (no olvidar que su hábitat natural son los pantanos) y mucha luz, la cual incide en el tono rojizo que adquiere. El sistema radicular no es muy extenso; el tallo es un corto rizoma sin ramificar, de tipo bulboso, cuya estructura está formada por la base de las hojas superpuestas que rodean el punto de crecimiento.

La parte superior de las hojas está modificada para capturar presas, son dos lóbulos unidos por uno de los lados; las trampas son usualmente  más grandes en las hojas de verano que en las de invierno, las primeras tienden a crecer verticalmente mientras que las segundas a postrarse. La parte interior de cada lóbulo presenta tres cilias (a veces cuatro o una de las tres subdividida) que al ser presionadas disparan el mecanismo de cierre (que demora sólo segundos) y dos tipos de glándulas, unas que emiten el olor dulzón que atrae a las víctimas y otras que cumplen funciones de digestión enzimática y absorción. En áreas donde el invierno es riguroso las heladas queman el follaje, en zonas de clima templado o cálido éste se mantiene siempre verde.

La floración comienza entre fines de la primavera y principios del verano, cuando la planta produce un largo escapo floral con un racimo de hasta diez flores blancas; cada una con cinco sépalos, cinco pétalos, alrededor de doce estambres y un pistilo compuesto. Los capullos terminales abren antes, continuando en secuencia descendente hasta que llegan a abrirse los de la base; comúnmente se autopoliniza aunque también admite polinización cruzada.

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