El Margaritón

El Margaritón, que responde al nombre científico de Chrysantemum frutescens (Argyranthemum frutescens según otra clasificación), es un arbusto leñoso de bajo porte, muy ramificado y con copa redondeada. Forma parte de la familia de las Compuestas (Compositae, Asteraceae para otros)  y es originario de las Islas Canarias.

Se lo emplea como planta ornamental debido a su profusa floración. Rara vez sobrepasa el metro y medio de alto. Posee hojas bipinnadas de alrededor de diez centímetros de longitud, compuestas por pinnas con forma entre linear y lanceolada.

Florece durante seis meses, desde la primavera hasta el otoño. Sus diminutas flores tubulares amarillas se reúnen en inflorescencias de tipo capítulo, las que se hallan en la periferia del disco floral se presentan liguladas; las lígulas (que forman una corona semejando pétalos) son generalmente blancas pero las hay también amarillas y hasta de color púrpura, el conjunto mide en total unos cinco o seis centímetros de diámetro. Si quitamos las flores que se van marchitando provocaremos que una nueva floración aparezca.

Necesita sol pleno o en su defecto una muy buena iluminación; precisa suelos ricos en materia orgánica, medianamente sueltos, con buen drenaje y sobre todo profundos; de estar en maceta éstas deben al menos contar con una altura de treinta centímetros. Se lo debe regar con moderación, dos veces a la semana en los meses más cálidos y sólo una en los meses más fríos. Tolera bien las bajas temperaturas.

Para abonarlo conviene emplear harina de huesos, la cual se le administra en otoño y primavera, estaciones que también son propicias para propagarlo mediante esquejes tiernos. La poda es siempre de forma, para mantenimiento. No se ve afectado por plagas.

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