La planta herbácea perenne conocida comúnmente bajo el nombre de Pasto Agrio responde a la denominación científica de Oxalis pes-caprae y se encuadra dentro de la familia Oxalidaceae. Es originaria de África del Sur y apenas alcanza entre 20 y 30 centímetros de altura, por otro tanto de ancho; está difundida en la actualidad por muchas zonas del planeta.

Es muy bonita y sirve como ornamento en los jardines, se adapta a gran variedad de suelos pero prefiere los arenosos, con buen drenaje porque no soporta que se aneguen dado que sus raíces son muy sensibles en ese aspecto. Necesita climas subtropicales, de áridos a parcialmente áridos para prosperar, en áreas en las que no haya heladas. Las temperaturas  extremas suelen perjudicarla, habrá que llevarla al interior de las viviendas si se da el caso o protegerla cubriéndola. Puede estar ubicada desde donde le dé el sol a pleno hasta media sombra, con lo primero se halla más a gusto y da mayor abundancia de flores.

Posee un tallo subterráneo engrosado de tipo cormo, bastante rústico y resistente, que puede dividirse para dar vida a nuevos ejemplares; numerosas raicillas finas, en forma de cabellera, los acompañan. Tiene hojas de intenso color verde trifoliadas, semejantes a las de los tréboles, con su forma de corazón característica; se hallan sostenidas por largos pecíolos. Sus pequeñas flores hermafroditas se elevan sobre altos tallos florales, provistas de cinco sépalos verdes acuminados, soldados en sus bases y cinco pétalos amarillos de bordes redondeados; son polinizadas por los insectos.

Tiende a darse de manera natural entre los cultivos y pasturas, donde si no se la controla puede tornarse invasiva (como ocurre en el sureste de Australia, por ejemplo) y no se recomienda su ingestión porque justamente la denominación de “pasto agrio” la debe a la presencia de ácido oxálico, el cual es altamente tóxico ingerido en cantidad y puede provocar cálculos en los riñones.

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