La Encephalartos altensteinii más conocida como Cica gigante de Cabo del Este es originaria del Sudoeste de Africa, es de crecimiento lento pero su vida es muy larga. Pertenece a la familia Zamiaceae. Es muy popular su uso como planta ornamental, pero está clasificada como planta vulnerable, no llegando aún a ser especie en peligro de extinción pero sí a ser especie protegida, por lo cual muchos ejemplares están siendo criados en jardines botánicos y Universidades en todo el planeta, para preservarla. Su hábitat natural se halla en las pendientes costeras pedregosas, las hay también en los valles y en los bosques de árboles de hoja perenne, pero en menor cantidad. Crece a un promedio de dos centímetros y medio al año. No tiene plagas reconocidas.
Su nombre deriva de idioma griego y significa “pan en la cabeza”, debido a la práctica de quitarles la piel a los tallos y enterrarlos durante dos meses antes de amasarlos para convertirlos en pan que se cocinará luego sobre brasas; durante esos dos meses bajo tierra pierde todas las toxinas que contiene, las que podrían volver peligrosa su ingestión.
En su juventud las hojas o frondes miden unos dos metros y medio de largo y están formadas por numerosos folíolos rígidos y acuminados terminados en una espina, juntas forman una apretada corona en lo alto. El alto tronco tiene apariencia de madera en el exterior, mas en su interior es blando, está protegido por los restos de las ramas que caen y dejan su base fijada en él. Con el paso de los años el recto tronco tiende a inclinarse y de su base pueden surgir otros pero de menor tamaño y con menor fuerza.
Cuando llega a la madurez reproductiva nacen de dos a cinco conos femeninos o masculinos. Los femeninos son grandes, verde-amarillentos y tienen forma de huevo, semejando una piña hasta en su coloración. Los masculinos son de menor tamaño y cilíndricos. Las semillas que producen son grandes y están recubiertas por una fina piel rojiza, tienen una vida muy corta y tienden a disecarse naturalmente, los pájaros al comerlas efectúan la propagación pues la parte interna no se disuelve en sus aparatos digestivos y cuando las defecan y éstas hallan que el lugar es propicio germinan dando lugar al nacimiento de otra planta.
Ultimamente se está probando su cultivo en macetas y contenedores; necesita tierra bien fertilizada y con buen drenaje; el riego debe ser abundante. Pueden resistir la ausencia de agua pero está comprobado que las que reciben riego regular se ven más saludables y tienen hojas más grandes. En zonas de mucho calor donde el sol es intenso pueden llegar a quemarse los folíolos por ese motivo se recomienda ubicarlas a la sombra o media sombra, al menos. Es conveniente rodear la base con “mulch” o “compost”, al menos una vez al año; además se la debe fertilizar dos veces durante el verano.
