La Vriesea (su nombre le fue dado en honor del botánico alemán Willem de Vriese), llamada comúnmente Pluma de indio, es una planta de porte bajo pues no sobrepasa el medio metro de altura, pertenece a la familia de las bromeliáceas y es originaria de las selvas de Centro y Sudamérica, por ello necesita de lugares cálidos y con humedad constante para vivir. Como es una excelente planta ornamental es lógico tenerla dentro de los hogares, en ese caso habrá que tener cuidado con la calefacción porque la afecta muchísimo.
Es característico de las bromelias que las hojas nazcan en forma de roseta, de esta manera canalizan hacia su centro el agua de lluvia y allí la almacenan para utilizarla a medida que la precisan. Más o menos a los dos o tres años del centro de las hojas emerge una vara floral con un escapo ensiforme en el ápice que puede ser anaranjado, rojo o amarillo (hay hermosas variedades de dos tonos), dentro de esas coloridas brácteas esconde minúsculas flores amarillo-verdosas que según la variedad tienen los pétalos soldados o separados. Lamentablemente florece una sola vez, tras de ello, al poco tiempo, la planta muere. Aunque se puede multiplicar por semillas (que están dentro del fruto capsular) lo más común es reproducirla mediante la separación de los vástagos con raíz que nacen en su base, antes de la floración para no perderlos junto con ella.
Puede ser tanto terrestre como epífita. Gusta de lugares con semisombra, nada de sol directo, pues está acostumbrada a vivir bajo altos árboles que filtran el paso de la luz; prefiere suelos ligeramente ácidos (una mezcla de tierra común, arena y turba es lo más recomendable); no le agrada el frío; debe regársela con moderación (lo ideal sería juntar agua de lluvia o descalcificarla, y ver que nunca le falte en el cuenco que forman las hojas) y vaporizarla con frecuencia, máxime en el verano.
Sus hojas son fuertes y carnosas, a veces rectas y otras curvadas, con superficie brillante y bordes enteros; mayoritariamente son verdes (Vriesea carinata ) pero las hay con manchas de un tono verde más claro o amarillas (Vriesea fenestralis) y también pueden presentarse atigradas (Vriesea hieroglyphica). Su principal predador es la “Arañuela roja” que ataca en épocas secas y tras su invasión provoca la muerte del follaje; un método preventivo natural y eficaz contra enemigos indeseables es preparar una infusión con hojas de ortiga y pulverizar toda la planta. Contra las cochinillas que también se ensañan con ella debemos preparar agua jabonosa y aplicarla de la misma manera, los insecticidas comunes también cumplen su cometido. No se la suele fertilizar pero sí puede aplicársele abono foliar.
