El ciprés calvo

El Ciprés calvo o Ciprés de Moctezuma es un árbol de gran porte que mide entre treinta y cuarenta metros de alto por de dos a diez de ancho, se lo denomina científicamente Taxodium mucronatum, es originario de américa Central y forma parte de la familia Taxodiaceae. Hay en la actualidad varios ejemplares longevos de más de mil años de edad.

Se lo emplea como ornamental en los jardines, a los cuales provee de un buen acento vertical. Precisa ubicaciones con mucho sol y tolera distintos tipos de suelo siempre que cuenten con buen drenaje; no le agradan los largos períodos de sequía por lo que habrá que suministrarle agua de riego cuando las lluvias sean escasas. Su crecimiento es moderado y el tronco es inusualmente grueso incluso en los ejemplares jóvenes, pudiendo a veces hasta dividirse desde su misma base en dos o tres fustes.

Su densa copa (con ramas pendulares flexibles pero resistentes, que no se quiebran con facilidad) es piramidal y simétrica; las más bajas tocan el piso, por lo que habrá que podarlas si interfieren el paso de personas o vehículos; fuera de ello no precisa mayores cuidados.

Es bastante resistente a plagas y enfermedades comunes. No posee raíces invasivas en cuanto al entorno. El follaje, con agujas de color verde claro que se disponen de manera alterna, es deciduo en zonas de fríos intensos mientras que en zonas templadas se mantiene todo el año. En la primavera da pequeñas flores inconspicuas.

Los frutos o conos, de ovales a redondeados, miden de tres a seis centímetros; verdes al principio luego los recubre una piel seca, dura y amarronada; son poco llamativos y no atraen a los animales. Se lo propaga mediante sus semillas que son irregulares y angulosas, de color marrón claro; éstas mantienen su viabilidad hasta seis meses; la germinación demanda alrededor de dos semanas. Admite ser transformado en bonsái.

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