Se conoce comúnmente como Baya de nieve, “Snowberry” en idioma inglés, a un arbusto caducifolio de cerca de un metro de alto que forma parte de la familia Caprifoliaceae, originario de América del Norte y denominado científicamente Symphoricarpus racemosus. Se la emplea como ornamental en los jardines y para conformar setos divisores; hay también una variedad enana que puede cultivarse en tiestos o macetas.
Sus hojas grandes, ovales y acuminadas, de color verde, están sostenidas por cortos pecíolos y se distribuyen de manera opuesta en las ramas; la cara superior es glabra y la inferior es ligeramente pubescente. En el verano da pequeñas flores inconspicuas rosadas que se agrupan en cortas inflorescencias de tipo espiga o racimo (de allí el epíteto latino de su nombre).
Durante el otoño y el invierno se lo ve lleno de frutos; los mismos son bayas carnosas y rosadas de alrededor de un centímetro de diámetro que a pesar de su aspecto llamativo carecen de sabor.
Se la puede propagar en primavera y otoño mediante la separación de vástagos de la planta madre. No tiene problema con su exposición a la luz, adaptándose tanto al sol pleno como a la sombra total o parcial. Es bastante resistente a plagas y enfermedades y no demanda mayores cuidados. El riego a suministrársele debe ser moderado. Se adapta perfectamente a todo tipo de suelos.
Es empleada en la confección de remedios homeopáticos; se dice que ayuda al estómago a restablecerse en caso que se tengan náuseas, vómitos o se sienta gusto amargo en la boca. Se indica también cuando hay constipación.