La Amapola o Papaver somniferum, de la familia de las Papaveráceas, es una especie de plantas con muchos subgrupos o variedades, todas en mayor o menor grado con propiedades narcóticas. Hay países que permiten su cultivo y otros que no, pero al ser de fácil diseminación es muy difícil de controlar y puede sobrevivir aún en estado silvestre. No sólo se extrae de ellas el opio (que es un látex lechoso que se extrae de los frutos) sino otros alcaloides (como la morfina y la codeína) que son usados con fines medicinales.

Sus semillas también se utilizan en recetas de cocina (en repostería principalmente y en la India se adicionan a platos muy variados como una especia más) y contienen aceites saludables. Son cultivadas en los jardines por su gran valor ornamental y se utilizan una vez secas para arreglos florales realizados con flores secas.

Las primeras noticias que tenemos de su cultivo datan de la antigua sumeria, también fue muy conocida en Grecia, era usada para tratar a los enfermos de asma, para los males estomacales y problemas de la vista.

La planta presenta una sola flor por tallo (éstos están escasamente ramificados y tienen hojas oblongas con bordes ligeramente serrados), según las especies puede ser de color blanco, rosa, naranja, amarillo, rojo y hasta azul; en especies cultivadas se han logrado desde tonos pastel (muy claros) de los anteriormente nombrados, hasta mucho más intensos.

El centro es oscuro en la mayoría (en las “Amapolitas de Islandia”, Iceland Poppy, Papaver nudicaule, es amarillo) y está formado por los estambres y estigmas, a ellos los rodean 4 u 8 pétalos que antes de abrir la flor se agrupan formando un capullo, una vez abierta no tardan mucho en desprenderse, es una flor efímera. Tiene sépalos de entre 1,5 y 2 cm. de longitud que la contienen. La polinización es efectuada por las abejas. Los frutos son cápsulas globosas que contienen numerosas semillas diminutas. Necesita suelos con Ph neutro o ligeramente alcalinos.