El Jazmín del País es un arbusto leñoso perennifolio de crecimiento rápido, originario del este de Asia, que pertenece a la familia Oleaceae. Responde al nombre científico de  Jasminum officinale y mide de ocho a diez metros de alto. En la actualidad se ha naturalizado en casi todo el mundo. Se lo emplea como ornamental en parques y jardines por su gran poder cubritivo y porque permite que se lo guíe para adoptar la forma requerida, dado que sus ramas son blandas y flexibles.

Tiene hojas verdes compuestas por cinco o siete folíolos, ovales y acuminados, que suelen medir hasta tres centímetros de largo y un poco más el solitario del extremo. En el verano da hermosas y delicadas flores blancas aromáticas, hermafroditas, de apenas dos centímetros de diámetro, con cinco pétalos recurvados hacia afueray un cáliz tubular rosado, reunidas en inflorescencias axilares de tipo racimo; de ellas se extrae un aceite esencial utilizado principalmente por la industria de la perfumería. Hay variedades con flores dobles. Los frutos son bayas.

Necesita estar ubicado a pleno sol y al reparo durante el invierno pues no le agradan las temperaturas muy bajas; precisa suelos fértiles con buen drenaje y cada tanto se le deben efectuar podas de forma y volumen, aprovechando el momento para obtener gajos mediante los cuales se lo propaga. El riego debe ser moderado, aumentándolo en época de floración y disminuyéndolo en el invierno. Es muy resistente y no se le conocen enfermedades o plagas importantes, aunque cada tanto puede atacarlo la “Arañuela roja”.

Dentro de la medicina no tradicional se le confieren propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antimicrobianas. Un extracto obtenido de las hojas demostró ser un excelente analgésico.