Se denomina popularmente Platanaria y científicamente Sparganium erectum a una planta monoica vivaz de hábitos  semiacuáticos que mide entre cincuenta centímetros y un metro y medio de alto. Es miembro de la familia Sparganiaceae (o Typhaceae). Se halla distribuida por la mayor parte de Europa, donde la podemos ver en terrenos muy húmedos a orillas de alguna fuente de agua dulce como lagos, lagunas y arroyos.

De su rizoma reptante, de aspecto coriáceo, provisto de raíces fibrosas, nacen fuertes tallos rectos y glabros; de ellos surgen hojas verdes, lineares o acintadas, con base envainadora aquillada, de uno a dos centímetros de ancho. Se la emplea como ornamental, por su agradable aspecto, en los jardines con estanques poco profundos porque, además, mantiene limpia el agua de los mismos, sirviendo como filtro natural.

Comienza a florecer a fines de la primavera y esto se prolonga a lo largo del verano. Sus flores unisexuales aparecen reunidas en varios capítulos de forma esférica sobre varas muy ramificadas; las femeninas tienen un perianto escamoso grueso constituido por tres o cuatro segmentos y su ovario presenta un solo lóculo; en las masculinas el perianto engrosado muestra un solo segmento y entre uno y ocho estambres.

Los frutos son obpiramidales y cuentan con un pico y un pedicelo milimétricos, generalmente presentan costillas longitudinales. Prefiere ubicaciones con mucha luz pero tolera algo de sombra. Le agrada el calor y por ello detesta las heladas y las bajas temperaturas. El terreno en el que se encuentre, de preferencia alcalino, debe estar siempre húmedo. Extrae mucho nitrógeno y fósforo del suelo por lo cual éste debe ser muy rico en  nutrientes.