El Chimalacate, que responde al nombre científico de Viguiera Dentata, es una planta herbácea perenne de porte erecto que suele sobrepasar los dos metros de alto, originaria de Centroamérica, pertenece a la familia Asteraceae y por su abundante floración se la emplea como especie ornamental. En su hábitat natural se agrupa en grandes y extensos matorrales, podemos localizarla desde el nivel del mar hasta una altitud de dos mil quinientos metros.

Posee hojas, con tres nervaduras principales bien marcadas, de hasta doce centímetros de largo, con forma oval o romboidal, el ápice acuminado y los bordes ligeramente serrados; están sostenidas por largos pecíolos de alrededor de cinco centímetros de longitud y se disponen en las ramas algunas veces de manera opuesta y otras veces alternada.

Sus flores, en apariencia simples, están reunidas en una inflorescencia de tipo corimbo que se yergue sobre pedúnculos de unos quince centímetros; están protegidas por varios sépalos verdes lanceolados; las pseudo-corolas están formadas por entre diez y trece lígulas de color amarillo y en el disco central se reúnen más de cincuenta flores diminutas también amarillas que no llegan a medir ni siquiera medio centímetro. Los frutos son aquenios oblongos, oscuros y pubescentes. Se reproduce mediante semillas, de las cuales casi el cien por ciento germina.

Dentro de la medicina no tradicional se le atribuyen propiedades anti-bacteriales y se utiliza principalmente el aceite esencial extraído de las hojas, los tallos y las flores. También se la emplea contra la tos y las afecciones cutáneas. Algunas veces se la ha reportado como invasiva dentro de cultivos de maíz, pero es fácil de controlar.