La Capiquí

Recibe el nombre popular de Capiquí una planta silvestre perennifolia comestible, anual y de consistencia herbácea, originaria de Europa, registrada bajo el nombre científico de Stellaria media (o Alsine media) que  forma parte de la familia Caryophyllaceae. Es muy resistente, incluso frente a las heladas. Como da muchas semillas y éstas germinan fácilmente puede tornarse invasiva si no se la controla.

Comúnmente crece como toda hierba mala de jardín, pero por su utilidad culinaria y la belleza de su floración (puede emplearse como flor de corte para engalanar la casa en floreros de poco tamaño) se la está cultivando desde hace algún tiempo. Posee una raíz fibrosa conformada por gran número de finas raicillas. Sus tallos cilíndricos, de entre diez y treinta centímetros de alto, que pueden ser tanto erectos como decumbentes, presentan una o dos líneas longitudinales de fina pubescencia.

Las hojas más cercanas a la base poseen largos pecíolos; a medida que ascienden éstos se tornan más cortos y las superiores ya son totalmente sésiles. Todas son verdes, ovales, acuminadas, con el margen entero y se disponen de manera enfrentada. De sabor similar a la espinaca se consumen cocidas como cualquier verdura o también crudas en ensalada. Aportan a nuestra dieta carbohidratos, fibra, proteínas, varios minerales y vitaminas A, B y C.

Da pequeñas flores, blancas, pediceladas y hermafroditas, de alrededor de cinco milímetros de diámetro que cuentan con un cáliz compuesto por cinco sépalos libres y pubescentes; la corola está formada por cinco pétalos bífidos, el androceo presenta entre tres y diez estambres con anteras de color púrpura y el gineceo muestra un pistilo con tres estilos. Los frutos son cápsulas ovoides dehiscentes que contienen diminutas semillas, orbiculares y tuberculadas, de color marrón oscuro.

Le agradan los suelos ligeros, fértiles y algo húmedos; prefiere ubicaciones entre soleadas y con sombra parcial como la que brindan los árboles. Dentro de la medicina no tradicional, a sus hojas en decocción, se le confieren propiedades astringentes, anti reumáticas, depurativas, diuréticas, emenagogas, laxantes, hepatoprotectoras y expectorantes; en uso externo se aplica como cataplasma sobre las heridas para ayudar a su cicatrización. Hay que medirse con ella porque si su uso es excesivo puede provocar los efectos contrarios.

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