La conocida comúnmente como Campanilla china es una planta de consistencia herbácea que responde al nombre científico de Platycodon grandiflorus y es parte de la familia Campanulaceae; de muy fácil cultivo se la puede tener tanto en el jardín como en tiestos o macetas en el interior de la casa. Mide entre treinta y cincuenta centímetros de alto y sus ramas y hojas forman un grupo compacto.

Tiene hojas verdes pubescentes de forma oval y acuminada, con los márgenes serrados. Florece profusamente desde finales de la primavera hasta bien entrado el verano. Sus bellas campanillas, que pueden ser simples o dobles (cinco o diez pétalos respectivamente), sirven además como flor de corte, durando bastante tiempo en jarrones con agua; pudiendo confeccionarse con ellas agradables centros de mesa para cualquier ocasión festiva. Originariamente son de color azul pero hay variedades que presentan otras tonalidades, como lila, rosa o blanca.

En la época de más calor hay que mantener el sustrato en el que se encuentre un tanto húmedo y cuando llega la floración conviene añadir al agua de riego algún fertilizante. Hay que ubicarla en lugares donde no reciba luz solar plena y menos en los climas en las que ésta sea muy fuerte; es preferible que esté a media sombra. En invierno es común que sus partes aéreas se sequen, por lo que conviene entonces efectuarle una poda dejando los tallos de apenas unos centímetros y regarla mínimamente, al subir la temperatura ambiente rebrotará con más fuerza.

Para reproducirla conviene utilizar semillas a comienzos de la primavera, porque puede realizarse también una división de mata pero sus raíces son muy sensibles y las más de las veces no resisten el trasplante.