El Almez americano es un árbol caducifolio muy ramificado de alto porte (ronda los treinta metros) miembro de la familia Cannabaceae (Ulmaceae según otro sistema de clasificación) que responde al nombre científico de Celtis occidentalis. Es originario de América del Norte, donde se lo conoce como Hackberry; allí se ha distribuido por casi todo el territorio, adaptándose a climas muy variados y condiciones extremas. Se lo emplea en los parques y plazas por lo resistente que es, pero su vida es corta en comparación con otros árboles. Es llamativo que no forme bosques por sí sólo, siempre se lo encuentra asociado con alguna otra especie, hayas y sicomoros con mayor frecuencia.
Es de crecimiento rápido. Posee profundas raíces fibrosas con micorrizas y gusta de suelos húmedos como los de los valles fluviales (aunque no inundables, en éstos muere en un período de dos a cuatro años); prefiere los de composición caliza, pero se lo encuentra también en los arenosos. La corteza es marrón, similar al corcho, y presenta muchas protuberancias.
En la primavera, junto con las hojas (verdes, alternas, asimétricas y de textura gruesa) o apenas poco después, aparecen sus pequeñas flores verdosas, pediceladas y pentalobuladas. Sus frutos son drupas esféricas, rojizas y carnosas, de alrededor de un centímetro de diámetro, que permanecen en lo alto de las ramas hasta bien entrado el invierno, por lo que brindan alimento a las aves en esa dura época del año; justamente ellas y algunos pequeños mamíferos son quienes dispersan la semilla (una sola por fruto, pero que mantiene hasta dos años su poder germinativo). Suele propagárselo además mediante estacas e injertos. Posee una madera clara, pesada pero suave, que no tiene uso comercial, sí suelen fabricarse con ella muebles de escaso valor.