Se le da el nombre popular de Tulipán africano, o Tulípero de Gabón, a la especie de árboles caducifolios Spathodea campanulata, pertenecientes a la familia Bignoniaceae, caracterizados por tener una flor similar a la de aquellos pero con un sesgo lateral, son de un fuerte color anaranjado y tienen los bordes amarillos, miden cerca de diez centímetros y nacen agrupadas en racimos de ubicación terminal. Tienen semillas planas aladas, se los multiplica mediante ellas o bien por esquejes.

Se los utiliza como ornamento en los jardines donde debe ubicárselos a pleno sol, se dan bien en climas de cálidos a templados y necesitan bastante humedad ambiente así como lluvias periódicas, en su hábitat natural éstas rondan los 1200 mm anuales. No toleran el frío intenso. La tierra debe ser suelta, no caliza, rica y con drenaje en condiciones excelentes.

Su crecimiento es de moderado a rápido dependiendo de las condiciones climáticas y del suelo; alcanzan entre diez y quince metros de alto cultivados y pueden sobrepasar los treinta metros en estado natural, viven aproximadamente cincuenta años. El diámetro de su alto tronco ronda los cien centímetros; la copa es, en proporción, pequeña y tiene forma redondeada; la corteza es oscura con grietas a lo largo, al pasar el tiempo adquiere apariencia escamosa.

Sus hojas son compuestas, imparipinnadas, formadas por entre cuatro y ocho folíolos ovales de base asimétrica, punta acuminada y bordes enteros. Las flores tienen brácteas lanceoladas y bractéolas en la base, la corola es rojiza o anaranjada, a veces amarilla; el cáliz tiene forma tubular y los pétalos forma acampanada. Los estambres son cortos y poseen tecas divergentes; el estilo es largo y el estigma es bilobado. Los frutos son cápsulas elípticas dehiscentes, de exterior ligeramente leñoso.