El Árbol de las Hortensias, o Aurora, cuyo nombre científico es Dombeya wallichii, es originario de la Isla de Madagascar y pertenece a la familia Sterculiaceae. De porte bajo es ideal para los jardines, a los cuales alegrará con su bella y abundante floración; también admite el cultivo en maceta. Su longevidad alcanza entre cuarenta y sesenta años.

Su corteza tiene aspecto liso y es de color gris. Posee grandes hojas verdes (miden unos veinte centímetros) con forma acorazonada, bordes ligeramente serrados y nervaduras muy marcadas que se ubican de manera alterna en las ramas; al llegar el frío suelen adquirir una tonalidad rojiza.

Florece durante el otoño y parte del invierno. Sus pequeñas flores bisexuales se reúnen en inflorescencias pendulares de tipo cima globosa que tienen unos quince centímetros de circunferencia y se parecen mucho a las de las Hortensias, de allí el nombre común de la planta. Permanecen mucho tiempo abiertas y de ellas emana un dulce aroma a coco, luego van perdiendo su hermoso color rosado hasta que terminan secándose; conviene quitar los botones ya secos para que sigan abriéndose otras y que el aspecto general mejore.

La polinización es entomófila. Una poda cuando concluye la floración también es aconsejable, principalmente de forma puesto que sus ramas tienden a crecer de forma despareja; es entonces que se recolectan los esquejes de madera blanda con los cuales se la puede reproducir, dado que echan raíces fácilmente. El fruto es capsular y contiene  unas pocas semillas oscuras.

Es un árbol muy resistente, no demanda mayores cuidados y se adapta perfectamente a distintos tipos de suelo. Prefiere ubicaciones con abundante sol. Se lo debe regar regularmente con moderación pero al aumentar la temperatura ambiente es bueno suministrarle más agua y cuando la temperatura desciende mucho hay que resguardarlo, no tolera zonas con inviernos duros ni salinidad en el terreno.