El Centeno silvestre, denominado científicamente Elymus canadensis es una planta rizomatosa y perenne originaria de América del Norte donde se la encuentra creciendo libre en las grandes praderas, ano más de doscientos metros sobre el nivel del mar. Forma parte de la familia Poaceae. Suele medir entre uno y un metro y medio de alto.
Posee un tallo subterráneo o rizoma de pequeñas proporciones (cuatro por dos centímetros aproximadamente), con una red de raíces fibrosas finas, poco profundas y provistas de micorrizas (de las cuales es huésped en una relación simbiótica); los tallos aéreos son erectos, delgados y huecos. Las hojas son acintadas, glabras, envainadoras en la base y tienen unos treinta centímetros de longitud.
Sus diminutas flores se auto fecundan (aunque también admiten la polinización cruzada que ayuda a mejorar la especie, obteniéndose bajo cultivo variedades que son mejores de digerir por los animales al ser suministradas como forraje para el ganado) aparecen reunidas en una inflorescencia terminal de tipo espiga arqueada que mide alrededor de veinticinco centímetros y está formada por entre cinco y veinte espiguillas menores (con glumas lanceoladas). Se lo reproduce mediante semillas (éstas tardan ocho días en germinar, dando plántulas vigorosas que se establecen rápidamente) o por división de rizomas.
Prefiere suelos francos o arenosos. No soporta las sequías prolongadas. Mayoritariamente se lo utiliza para estabilizar áreas que han sufrido una erosión intensa y para recuperar terrenos en los que hubo actividad minera; para ser empleada como forraje hay que cosecharla antes de que de semillas, luego su sabor ya no es agradable.