El Mijao

El Mijao, cuyo nombre científico es Anacardium excelsum, es un árbol perennifolio de alto porte originario de las zonas de los trópicos de América (en Malasia e India existe pero cultivado); pertenece a la familia Anacardiaceae. Su hábitat natural se encuentra en las sabanas y en los bordes de las espesas selvas y de los bosques tropicales, entre los quinientos y los mil metros de altitud. Se lo emplea para proporcionar sombra a los cultivares de especies de menor tamaño puesto que su altura, cercana a los treinta metros, lo vuelve ideal para esos propósitos; en los parques y bordes de caminos cumple idéntica función.

Presenta una raíz pivotante gruesa y profunda con raicillas secundarias superficiales; posee un grueso y recto tronco recubierto por una fina, suave y clara corteza. La copa es densa y globosa. Sus hojas son simples, de forma ovalada, pueden medir hasta veinte centímetros de largo y tener un ancho de doce, se ubican de manera alterna en las ramas y su color es verde azulado.

Las pequeñas flores hermafroditas, blancas o de color verde muy claro, se reúnen en espigas terminales de algo más de treinta centímetros de longitud; a medida que envejecen las flores se tornan rosadas y su perfumen se acrecienta. La floración ocurre en la estación seca de la región en la que se encuentre y la misma dura entre tres y cuatro meses. La polinización la llevan a cabo numerosas variedades de insectos, siendo las mariposas y las abejas las más asiduas visitantes.

Los frutos son drupas arriñonadas de unos tres centímetros de largo, están sostenidas por pedicelos carnosos con forma de pera (amarillos o rojizos), que muchos piensan que son los frutos verdaderos; recién sacadas del árbol son tóxicas pero si se las cuece o se las tuesta previamente (Nuez de la India o Castaña de Cajú) pueden ser consumidas sin peligro alguno. Las semillas, de dos cotiledones, también tienen forma de riñón. Por cada espiga sólo dos o tres frutos maduran y éstos presentan casi siempre una sola semilla; éstas se siembran directamente y tardan casi dos semanas en germinar.

No es exigente en cuanto a suelos, pudiendo adaptarse a casi todos los tipos, aunque si es sensible a las heladas y a los anegamientos. Es de rápido crecimiento, madura rápidamente (entre el primer y el tercer año ya florece y fructifica) pero también su período de vida es bastante más corto que el de otras especies. Se lo utiliza para fijar dunas y para controlar las malas hierbas porque a sus pies éstas no crecen. Acepta bien la poda. Se lo puede reproducir también mediante acodos aéreos, estacas e injertos. De su corteza se extrae un adhesivo muy buscado por la industria, de la cáscara de los frutos se obtienen aceites esenciales y con su savia se fabrica una tinta indeleble.

Dejar un comentario:

Tu email no será publicado.

Site Footer