La Afgekia

Recibe el nombre común de Afgekia un género de plantas trepadoras perennes, de consistencia leñosa con tallos de hasta diez metros de largo. Hay tres especies: Afgekia sericea, Afgekia mahidolae y Afgekia filipes, esta última con una subespecie, la Afgekia filipes tomentosa. Son originarias del sudeste asiático (China, Birmania y Tailandia), donde las hallamos entre los doscientos y los mil metros de altitud en la periferia de los bosques caducifolios. Forman parte de la familia Fabaceae.

Su corteza es amarillenta. Las hojas compuestas, de color verde, tienen estípulas delgadas y triangulares; los folíolos, oblongos y con el margen entero, se disponen de manera opuesta en el raquis que mide de veinte a treinta centímetros de longitud, incluyendo el pecíolo que suele ser de cinco centímetros.

Florecen durante la mayor parte del año. Las flores blanco-crema aparecen reunidas en inflorescencias racimosas alargadas y erectas, protegidas por brácteas membranosas (rosadas, lilas o en tono fucsia) pubescentes y caducas que dejan cicatriz al caer; a diferencia de las de otras fabáceas éstas tienen la quilla y las alas del mismo largo; Tienen un solo pistilo y el aparato reproductor masculino está formado por diez estambres diadelfos, uno de ellos libre de los demás.

El cáliz, con forma de copa, es corto, con tricomas y presenta cinco dientes. Los pedicelos que las sostienen alcanzan los dos centímetros. La polinización es entomófila, la llevan a cabo abejas, mariposas y escarabajos que llegan atraídos por el néctar (al que son guiados por dos manchas púrpura en la base de los pétalos) y el polen.

Los frutos son legumbres, dehiscentes al alcanzar la madurez, que contienen una o dos semillas elipsoidales o reniformes oscuras y brillantes. En la especie Afgekia filipes los folíolos son papiráceos y presentan en ambas superficies una pubescencia plateada, mientras que en la variedad Afgekia filipes tomentosa los folíolos son coriáceos y densamente hirsutos. Precisan ubicaciones a pleno sol para florecer abundantemente pero no son muy exigentes en cuanto a suelos siempre que éstos tengan buen drenaje. El riego debe ser regular y pueden adaptarse al cultivo en maceta.

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