La Albizia lophanta, o Paraserianthes lophantha, llamada comúnmente Albizia, es una pequeño árbol originario del hemisferio austral que pertenece a la familia Mimosaceae. Mide entre cinco y siete metros de alto y su copa toma forma piramidal. Se lo emplea como ornamento en los jardines por su agradable aspecto.
Las ramas jóvenes están cubiertas por una fina pubescencia, pero el paso del tiempo las torna glabras. Posee hojas bipinnadas de entre diez y veinte centímetros de longitud y las conforman de siete a doce pares de pinnas; los folíolos son oblongos, con el ápice redondeado; los pecíolos llegan a medir unos cinco centímetros.
Hacia fines del invierno se cubre de exuberantes inflorescencias que son axilares y pueden aparecer en solitario o de a pares; las pequeñas flores de color amarillo claro ( en otra variedad, la Albizia julibrissin, son rojas y amarillas) están sostenidas por minúsculos pedicelos de apenas milímetros; el cáliz es pubescente y de borde dentado; la corola está formada por cinco pétalos; los estambres son numerosos, y están unidos por sus bases formando un estrecho y extenso tubo. Los frutos son legumbres delgadas de forma oblonga, verdes al principio y amarronadas al madurar, de aspecto coriáceo, que miden entre seis y ocho centímetros.
Las semillas pardas que contienen (más de media docena) son biconvexas y apenas superan el medio centímetro; se multiplica a través de ellas, dejándolas sumergidas en agua durante algún tiempo para que se ablande su cubierta externa. Es un árbol de crecimiento rápido que se adapta a diferentes tipos de suelo, pero prefiere zonas húmedas. No resiste bien los fuertes vientos porque sus ramas son quebradizas. Admite el cultivo en macetas y tiestos aunque no le gusta mucho ser trasplantado, por lo que se recomienda o sembrarlo en el lugar definitivo en el que quedará a posteriori.