La conocida comúnmente como Flor del Lazo blanco es una planta anual decidua, de porte arbustivo, que recibe el nombre científico de Orlaya grandiflora y forma parte de la familia Apiaceae (Umbelíferas). Es originaria del sudeste europeo y el centro de Asia.
Se la cultiva como especie ornamental en los jardines por lo llamativo de su follaje y sus grandes y hermosas flores blancas que sirven, además, como flor de corte gracias a su extensa duración (cerca de diez días); empleándoselas también frescas en la confección de ramos de novia naturales.
Mide de sesenta a noventa centímetros de alto. Es muy resistente y no demanda mayores cuidados. Necesita ubicaciones con sol pleno y suelos calizos, arenosos o con marga sin que juegue un papel importante la acidez de los mismos, pero sí el que tengan buen drenaje.
Sus hojas verdes, muy divididas, lucen como las de los helechos plumosos. Durante todo el verano y hasta que llegan los primeros fríos da flores que se reúnen en inflorescencias terminales de tipo umbela plana de alrededor de doce centímetros de diámetro; en ellas las interiores son más pequeñas mientras que las exteriores presentan los pétalos radiales mucho más largos que los demás. Son muy atractivas para las abejas y las mariposas. Si se desea proceder a su secado para realizar arreglos florales hay que colocarlas en un lugar aireado y oscuro, si les da luz no tomarán el color marrón característico.
No necesita poda pero sí se deben quitar las inflorescencias cuando se marchitan. Se la propaga mediante semillas en la primavera cuando ya pasó el peligro de las heladas, cubriéndolas apenas con algo de tierra; en invernadero puede sembrárselas hasta ocho semanas antes aunque se debe tener especial cuidado al trasplantarlas con no dañar la raíz. Germinan en una semana y en total tardan en desarrollar y comenzar a florecer unos tres meses y medio.