La llamada comúnmente Estrella fugaz, o “Shooting star” en idioma Inglés, es una planta herbácea silvestre perenne y de follaje deciduo, miembro de la familia Primulaceae, originaria de América del Norte donde se la encuentra creciendo libremente en bosques y praderas formando grandes grupos. Recibe la denominación científica de Dodecatheon meadia.

Se la cultiva actualmente como flor de corte, obteniéndose nuevas y llamativas variedades. No demanda mayores cuidados. Prefiere las ubicaciones que tienen desde sol pleno hasta una sombra parcial. De su tallo subterráneo nacen hojas verdes, simples y lanceoladas que miden entre diez y treinta centímetros de longitud, formando una roseta.

También surgen de él fuertes tallos florales de veinte a cincuenta centímetros de alto, algo curvados o rectos, que sostienen hermosas flores (similares en apariencia a las del Cyclamen) con cinco pétalos ovales blancos o rosados totalmente reflejados y los estambres amarillos agrupados en el centro formando un cono, reunidas de ocho a veinte de ellas en inflorescencias de tipo umbela pendular.

No es muy exigente en cuanto a suelos, pero prefiere los calizos, los arenosos, los ricos en humus y los que contienen marga; incluso los mixtos siempre que tengan muy buen drenaje y un pH de ácido a neutro. Queda muy bien en los jardines componiendo rocallas; el riego debe ser moderado.

Se la propaga mediante semillas colocadas en tierra en cuanto maduran y necesitan de frío para germinar, por lo que conviene sembrarlas en maceta y dejarlas en el exterior hacia finales del invierno. En la primavera se la puede reproducir mediante división de mata. No necesita poda. Es resistente a plagas y enfermedades pero hay que protegerla de los caracoles y las babosas.