La Moringa

Recibe el nombre popular de Moringa un árbol caducifolio miembro de  la familia Moringaceae, que responde al nombre científico de  Moringa oleífera o Guilandina moringa y es originario de la India. De porte estilizado y unos diez metros de alto. Es bastante rústico y de fácil cultivo en climas tropicales y subtropicales.

Se adapta a distintos tipos de suelo aunque prefiere los secos y arenosos; es resistente a la sequía. La corteza tiene súber o corcho. Sus ramas son pendulares y tienden a quebrarse con facilidad. Posee hojas tripinnadas, de color verde claro y aspecto plumoso, de cerca de medio metro de largo; los numerosos folíolos, de elípticos a ovales, miden entre uno y medio y tres centímetros de longitud por apenas milímetros de ancho.

Apenas medio año después la siembra ya está dando aromáticas flores; las mismas son blancas o de un tono crema y rondan los dos centímetros y medio de diámetro. Los frutos son alargadas vainas triloculares con unas veinte semillas oscuras y aladas  por compartimento. Toda la planta es comestible, desde la raíz hasta la semilla. Su ingesta aporta a nuestra dieta carbohidratos, proteínas, aminoácidos, fibra,  vitaminas A, B y C, varios minerales y agua.

De las semillas se extrae un aceite de buena calidad (claro, sin olor, de sabor dulce y que jamás se pone rancio) y con el resto se produce biodiesel; sus hojas sirven como forraje y abono; brinda una excelente leña y también pulpa para hacer celulosa.

Dentro de la medicina no tradicional de le atribuyen propiedades anticancerígenas (en especial contra  tumores del aparato digestivo), antioxidantes, purgantes, cardiotónicas, anti fúngicas, bactericidas, emenagogas, diuréticas, rubefacientes y antiescorbúticas.

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