Recibe el nombre común de Árbol de resina un arbusto dioico semi deciduo, o árbol de bajo porte, denominado científicamente Ozoroa paniculosa (antes Heeria paniculosa), originario de África (donde se lo encuentra formando parte de los bosques caducifolios o disperso en la sabana), miembro de la familia Anacardiaceae. Tiene un solo tronco principal (con corteza grisácea, agrietada y áspera al tacto) pero que ramifica ampliamente. Se lo emplea como ornamental en parques y jardines por su agradable aspecto.
Mide entre tres y siete metros de alto y tiene copa redondeada con denso follaje. Las finas ramas son de color marrón-rojizo y presentan lenticelas y/o pubescencia en su superficie cuando jóvenes; exudan un líquido lechoso si se las corta. Posee hojas simples y elípticas, verde-grisáceas en la cara superior y gris-plata en la inferior, con aspecto coriáceo, bordes enteros (algunas veces ondulados y otras recurvados), pecíolos cortos y nerviación lateral llamativamente paralela sobre una nervadura central mucho más clara. Se disponen de manera alterna o bien verticiladas en grupos de tres.
Da pequeñas flores aromáticas, de color crema, reunidas en racimos o panículas terminales laxas. La polinización es entomófila, la llevan a cabo los insectos que visitan la planta, entre ellos hormigas, abejas y avispas. Los frutos son drupas carnosas arriñonadas que se oscurecen y arrugan al madurar; contienen una sola semilla que muchas veces es parasitada por larvas que se alimentan del embrión. Para tener éxito con la geminación conviene sembrar apenas es cosechada.
Precisa ubicaciones a pleno sol y suelos con muy buen drenaje; tolera bastante bien las heladas. Con los frutos se fabrica anilina para teñir el cuero y dentro de la medicina no tradicional se emplea la corteza reducida a polvo para tratar la inflamación bronquial y pulmonar.