La Tuya,  Thuja orientalis o Platycladus orientalis, es una planta conífera perenne que no supera los diez metros de altura y pertenece a la familia de las cupresáceas, es originaria de Asia. El nombre deriva del vocablo griego thuia, cuyo significado es “árbol que produce resina”. Su corteza, de tonos entre amarronados y rojizos, es delgada y agrietada, con el paso del tiempo se va desprendiendo.

Sus hojas verdes, de aspecto escamoso, son estrechas y acuminadas, de ellas se extrae un aceite esencial utilizado tanto en Perfumería como en la Industria Farmacéutica. Las flores son amarillas o rosas y nacen en la primavera. Los frutos son conos de apenas un par de centímetros de diámetro, primero de consistencia carnosa y color gris azulado para transformarse en la madurez en leñosos y adquirir un color marrón claro, están conformados por unas seis u ocho escamas (que contienen de una a tres semillas ovoides cada una) con una protuberancia en el centro.

Se obtienen nuevos ejemplares mediante semillas o por acodos, pues muchas veces al tocar parte de alguna rama la tierra esto se da espontáneamente. Se la puede ubicar de sol pleno a media sombra. Precisa suelos profundos con buen drenaje. El riego debe ser moderado. Su madera es aromática pero no se usa en carpintería, sirve como aislante y también para la fabricación de papel. En medicina no tradicional se la utiliza como antiparasitaria, emenagoga y expectorante, aplicada exteriormente es antihemorroidal, su aceite esencial se aplica sobre las verrugas con el fin de hacerlas desaparecer y su tintura se emplea como cicatrizante.

Se la cultiva principalmente como ornamental en los jardines por su aspecto elegante y la facilidad con la que se le puede dar la forma deseada mediante podas, sirve también para formar cercos separadores. Es de crecimiento lento. Dos variedades registradas en Norteamérica superan largamente la altura promedio y son: La Thuja occidentalis, que llega los quince metros de altura y la Thuja plicata, conocida también como Thuja gigante porque suele sobrepasar los cuarenta metros, pero hay también variedades enanas arbustivas aptas para el cultivo en macetones.