El cactus conocido popularmente como Cholla, que responde al nombre científico de Cylindropuntia fulgida, forma parte de la familia Cactaceae y es originario de la zona desértica que se extiende por el sudoeste de América del Norte, donde se lo halla entre el nivel del mar y los mil doscientos metros de altitud. Se intentó habituarlo a otros suelos y climas, como Sudáfrica y Australia, pero se transformó en invasivo.

Es una especie arborescente, con un tronco bajo del que parten numerosas ramas formadas por varios segmentos de color verde claro; puede alcanzar cuatro metros de altura por dos de ancho y suele cubrir varias hectáreas semejando vastos bosques. Sus hojas (de doce a dieciocho por aréola y con una longitud de dos a tres centímetros) están reducidas a brillantes y filosas espinas plateadas que reflejan la luz solar para prevenir el sobrecalentamiento y se tornan gris opaco al envejecer; al ir cayendo, con el paso del tiempo, dejan ver una corteza áspera y escamosa debajo.

Las flores de tres centímetros aproximadamente, blancas y rosadas con rayas de color lavanda, aparecen a mediados del verano. La mayor parte de sus frutos con forma de pera, verdes, carnosos y comestibles, son estériles; miden alrededor de cuatro centímetros de largo; sobre ellos nacen nuevas flores que dan a su vez fruto los cuales se suman a los anteriores formando largas cadenas. En épocas de prolongada sequía esta fruta se vuelve importantísima como alimento y fuente de agua para los animales del desierto.

Partes de los tallos pueden quedar enganchadas en la ropa de las personas o en el pelaje de los animales (que los transportan dispersándolos) desprendiéndose con facilidad de la planta, quedan entonces bajo ella o en los alrededores caídos; muchos de ellos enraízan dando origen a nuevos ejemplares.