El Aboudikro, o Sapelli, es un árbol caducifolio, longevo y de gran porte, originario de las zonas tropicales de África, que recibe la denominación científica de Entandrophragma cylindricum y forma parte de la familia Meliaceae. Sobrepasa con facilidad los cuarenta y cinco metros de alto y puede llegar hasta los sesenta, con un diámetro troncal de hasta dos metros; su copa es redondeada.
Sus hojas pecioladas, verdes y compuestas, se disponen de manera alterna en las ramas; están formadas por entre cinco y nueve pares de folíolos ovales y acuminados, de aspecto coriáceo y nerviación muy marcada, que miden unos diez centímetros de largo. Cuando pierde el follaje en la estación seca comienza la floración. Las pequeñas flores unisexuales aparecen reunidas en inflorescencias axilares de tipo racimo, de veinte a veinticinco centímetros; poseen cinco pétalos ovales y libres, de color amarillo-crema; el cáliz es pubescente y los estambres están unidos formando un tubo que culmina en diez anteras.
Los frutos son cápsulas pendulares, leñosas y dehiscentes, de cerca de diez centímetros de largo que al madurar se abren longitudinalmente en cinco partes para dejar salir entre quince y veinte semillas provistas de un ala apical; germinan rápido pero del mismo modo pierden su viabilidad. Otra manera de reproducirlo es mediante esquejes.
Su madera rojiza, similar a la caoba, es de gran utilidad; se la emplea en la construcción, tanto edilicia como naval; también en la fabricación de instrumentos musicales, muebles, pisos, escaleras, puertas y ornamentos en general. Dentro de la medicina no tradicional se asegura que su corteza marrón-grisácea y lenticelada, en decocción, calma los síntomas del resfrío, de la bronquitis y otras afecciones pulmonares y que su pulpa, usada externamente, puede aplicarse sobre heridas y forúnculos provocando visibles mejorías.