El Abutilón índico, que responde al nombre científico de Abutilon indicum, es un pequeño arbusto muy ramificado perteneciente a la familia Malvaceae, originario del sudeste asiático pero distribuido por todas las regiones tropicales y subtropicales del planeta. Se lo emplea como ornamental en los jardines.
Sus hojas, de entre tres y nueve centímetros, están sostenidas por largos pecíolos pubescentes, presentan una forma entre circular y oval, color verde intenso y tienen los márgenes crenados o serrados, con la punta fuertemente acuminada; se ubican de manera alterna en las ramillas.
Las flores son axilares y solitarias, con pedicelos de entre cuatro y siete centímetros de longitud; el cáliz está formado por cinco sépalos verdes, ovales y acuminados; los pétalos amarillo-anaranjados son imbricados, miden algo más de un centímetro y el tubo seminal es hirsuto. Florece en verano y fructifica durante el otoño. El fruto es circular y posee múltiples carpelos radiados (de 11 a 20); cada uno de ellos contiene varias semillas reniformes y mediante ellas se propaga.
Dentro de la medicina no tradicional se le atribuyen propiedades afrodisíacas, demulcentes, diuréticas, laxantes, astringentes, sedantes, expectorantes, tónicas, anti-inflamatorias, anti helmínticas y analgésicas. Las partes que se utilizan de ella son la raíz, la corteza, las flores, las hojas y las semillas; todas tienen sabor dulce. Uno de los extractos que se obtienen de la planta ha probado ser un excelente controlador para las larvas de mosquito (para ello se la coloca en agua hirviendo y con el líquido obtenido se fumiga) y otro posee un importante poder bactericida.
Se utiliza también para la producción de fibras y como es potencialmente venenosa para los invertebrados se la utiliza mucho como control de plagas en contra de los insectos.