El Árbol de Hala, cuyo nombre científico es Pandanus tectorius, es un árbol de porte bajo que rara vez supera los seis metros de altura; pertenece a la familia Pandanaceae. Su lugar de origen exacto es desconocido debido a la amplia difusión de su cultivo entre el sudeste de Asia, el norte de Australia y varias islas del Océano Pacífico, incluyendo Hawái, entre el nivel del mar y los 600 metros de altitud.
Su tronco presenta espinas y tiende a bifurcarse. La corteza es grisácea o de color marrón-rojizo. Su sistema radicular es grueso y surge de la base troncal, de allí las raíces penetran en el terreno pero de forma superficial, distribuyéndose por las capas superiores de la tierra y anclando el árbol a la misma.
Posee largas hojas de hasta un metro de longitud, pero con un ancho no mayor a diez centímetros, con afiladas púas en sus bordes; se las empleaba antiguamente para la confección de cestería trenzándolas y como tejados para las viviendas. Por ser una especie dioica tiene flores masculinas y femeninas; las primeras son pequeñas y muy perfumadas, se reúnen en una inflorescencia de tipo racimo pendular y sólo duran 24 horas; las segundas se agrupan formando una especie de piña.
Los frutos, de color entre anaranjado y rojo, están compuestos por numerosas drupas, son grandes (de alrededor de veinte centímetros de diámetro) con forma globosa u ovoide, y comestibles (tanto frescos como luego de cocidos); una gruesa cáscara fibrosa los recubre. Sus semillas son transportadas a través del agua y es así que se fueron diseminando por toda la Polinesia, gracias también a que mantienen su poder germinativo durante mucho tiempo; las plántulas crecen rápidamente en un medio cálido, húmedo y con exposición parcial a la luz solar (casi siempre a la sombra de árboles de mayor porte).
Provee de alimento a muchos nativos que también usan las hojas de la planta como condimento de platos dulces y se le atribuyen varias características medicinales. Hay muchas variedades, las cuales se diferencian por el tamaño y forma de sus hojas y frutos, pero a pesar de ser de fácil cultivo está en peligro de desaparecer debido a la deforestación de amplias zonas en las que se han establecido urbanizaciones.