El Laurel de California

Recibe el nombre científico de Umbellularia californica un árbol perennifolio de porte medio (mide entre nueve y doce metros) y crecimiento lento, originario de California (donde se extiende desde la Baja California hasta el Estado de Oregon, y llega a una altitudes que rondan los mil quinientos metros), que pertenece a la familia Lauraceae. Prefiere ubicaciones que vayan de pleno sol a sombra parcial y precisa poca cantidad de agua, es más bien de clima seco y tolera bien la sequía; no le agradan las temperaturas muy bajas, pasando éstas de bajo cero puede resentirse.

Sus hojas verdes, aromáticas, de tamaño mediano, margen entero y aspecto coriáceo, son ovales, acuminadas y se distribuyen de manera alterna; algunas de ellas caen durante el otoño y tapizan la tierra al pie del árbol, esto sumado a la densa sombra que proyecta no permite que otras especies se desarrollen allí. Florece entre fines de invierno y comienzos de primavera; sus flores pequeñas y fragantes, de un tono amarillo-verdoso, se reúnen (de seis a diez de ellas) en inflorescencias axilares de tipo umbela.

Los frutos ovoides son de color verde (virando a marrón al madurar), aunque mucho más pequeños se dice que recuerdan en sabor y textura a los “aguacates” (que son sus familiares lejanos), se los conoce como “Nueces de la Bahía” y se los considera un manjar. Las semillas, grandes y solitarias, germinan con facilidad, una vez secas, tostadas y molidas se agregan al café para darle un toque picante y también sirven como sucedáneo del chocolate; aves, ardillas, ciervos y osos las tienen entre sus alimentos preferidos.

Su madera, amarillo-amarronada y de grano fino, es utilizada en la fabricación de muebles. El aceite esencial obtenido mediante la destilación de las hojas es altamente tóxico para el ser humano pero se lo emplea como insecticida, principalmente contra las pulgas.

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