La Escabiosa es una planta herbácea perenne que responde al nombre científico de Scabiosa caucásica y es miembro de la familia Caprifoliaceae (Dipsacaceae según otra clasificación). Como lo indica su epíteto en latín es originaria de la zona de los Montes Cáucaso. Puede también comportarse como anual o bienal dependiendo del clima en el que se encuentre.
Es raro que sobrepase el medio metro de altura. Sus hojas basales tienen el borde entero y forma de oval a lanceolada, nacen en forma de roseta, mientras que las superiores son pinnadas y de borde dentado; ambas presentan un color verde claro o grisáceo.
La floración ocurre en el verano y dura hasta bien entrado el otoño. Sus flores solitarias, empleadas como flor de corte, miden entre seis y ocho centímetros de diámetro, son de color azul-violáceo (aunque hay variedades cultivadas que van del blanco crema al púrpura) y pueden tener corola simple o doble; se yerguen sobre rectos tallos florales y son polinizadas por los insectos, siendo muy atractivas principalmente para las abejas y las mariposas. Conviene quitar los botones marchitos para favorecer sucesivas floraciones.
La multiplicación se lleva a cabo mediante semillas (recolectadas en otoño y puestas a secar para recién sembrarlas cuando el clima vuelva a estar cálido) o por división de mata durante la primavera. Se la emplea como planta ornamental en los jardines para realizar bordes o alegrar rocallas con su colorido; necesita estar ubicada a pleno sol y en suelos con buen drenaje, de preferencia calcáreos. En climas muy rigurosos se la deberá proteger del frío intenso. No es propensa a contraer plagas ni enfermedades.