La Espadaña es una planta acuática de consistencia herbácea, miembro de la familia Typhaceae, que recibe el nombre científico de Thypha latifolia y es originaria de las regiones templadas del hemisferio norte del planeta. Se la encuentra desde el nivel del mar hasta los dos mil metros de altitud. Fuera de su hábitat natural se torna invasiva dado que se propaga con mucha facilidad.

Su tallo subterráneo se desarrolla en terrenos bajos y anegadizos emitiendo alargadas hojas sésiles, de más de un metro de longitud y color verde, con forma lanceolada. De entre ellas surgen los tallos florales erectos que sostienen en su ápice una inflorescencia de tipo espiga cilíndrica en la que se agrupan por separado las minúsculas flores femeninas y masculinas, las primeras en la parte inferior y las segundas en la superior. La polinización la efectúa el viento.

Es una planta comestible pudiéndose utilizar los rizomas una vez desprovistos de su piel, hirviéndolos; los tallos tiernos y la hojas jóvenes se emplean igual que cualquier otra verdura, ya sea crudas o luego de cocinarlas, esto siempre que se encuentre en agua no contaminada puesto que absorbe cualquier mala sustancia que haya en ella y sería peligroso; su ingesta aporta a nuestra dieta fibra, proteínas e hidratos de carbono, Entretejiendo sus hojas se confeccionan esteras, sombreros, muebles y hasta techos para viviendas; se asegura también que al combustionar sirven como excelente repelente de mosquitos y otros insectos.

Dentro de la medicina no tradicional se le confieren propiedades antidiarréicas; en uso externo se la considera antiséptica y vulneraria (ayuda a limpiar y cicatrizar heridas, principalmente las producidas por quemaduras en la piel).