La denominada comúnmente “Uña de gato” es una planta trepadora, o liana, de rápido crecimiento que pertenece a la familia Bignoniaceae; recibe el nombre científico de Macfadyena unguis-cati (o Bignonia tweediana según otra clasificación) y es Originaria de las Américas central y del sur. Sus delgados tallos de consistencia leñosa suelen llegar a los doce metros de alto; es ideal para cubrir muros.

Sus abundantes hojas perennes (aunque algunas de ellas suelen caer si el clima en el que se encuentra es muy frío), verdes, pecioladas, ovales, acuminadas y dispuestas de manera opuesta, poseen un zarcillo trífido unguiculado del cual proviene el nombre con el que se la conoce popularmente. Durante la primavera se cubre de hermosas flores amarillas con apariencia de embudo y de corta duración que miden entre cuatro y cinco centímetros de diámetro. La polinización es entomófila. Los frutos son cápsulas alargadas.

Se la propaga mediante semillas (que son planas y aladas, lo cual favorece su dispersión con el viento), acodos y esquejes semi leñosos. Le agradan las ubicaciones a pleno sol aunque se adapta a algo de sombra y puede soportar las bajas temperaturas en el invierno siempre que no sean excesivas. Sus raíces grandes y fuertes le permiten resistir largos periodos de sequía. Puede cultivársela tanto en suelo directo como en tiestos o macetas, el sustrato debe tener muy buen drenaje y es conveniente agregarle algo de materia orgánica para que prospere mejor. El riego debe ser moderado y más reducido aún en los meses fríos. Se le efectúa una poda de limpieza una vez al año.