Recibe el nombre de Tuya del Canadá, Abeto oriental o Tsuga canadensis, una planta conífera perennifolia de la familia Pinaceae originaria de América del Norte que se caracteriza por su gran longevidad, conociéndose ejemplares de más de quinientos años. La podemos hallar entre los 500 y los 1500 metros sobre el nivel del mar donde haya clima húmedo y frío. Suele sobrepasar los treinta y cinco metros de altura y el metro y medio de circunferencia troncal.

Es muy buscado como árbol ornamental, por la belleza de su follaje y su forma decorativa; como soporta bien las podas intensas se lo adapta como arbusto y hasta como bonsái (gracias a su lento crecimiento); necesita suelos ligeramente ácidos, ricos y húmedos (pero con buen drenaje). Prefiere la semisombra y no le agradan las temperaturas extremas. Hay que procurar que la tierra que lo rodea no se seque; se lo abona dos veces al año, una en primavera y otra en otoño. Cada cuatro meses es conveniente suministrarle hierro.

El tronco es recto y la copa cónica. La corteza es marrón y a medida que pasan los años se la nota más surcada y estriada. Tiene acículas verdes, planas y acuminadas que miden entre dos y tres centímetros de largo. Posee flores monoicas, las masculinas son de color amarillo y las femeninas verde claro. Los frutos son conos amarronados con forma ovoide. Se obtienen nuevos ejemplares a través de semillas (previa estratificación) y mediante estacas a las que conviene agregarles hormonas de enraizamiento. Cuando sea necesario trasplantarlo es preferible hacerlo en el comienzo de la primavera, ubicándolo en una mezcla preparada con arena gruesa, mantillo y turba.

La madera de este árbol se emplea en la industria de la construcción y también en la fabricación de pasta de papel. Su principal predador es un insecto chupador de savia cuyo nombre científico es Tsugae Adelges, conocido comúnmente como Adelgid.