La planta herbácea bienal comestible que responde al nombre científico de Aerva lanata pertenece a la familia Amaranthaceae y es originaria de India, donde es considerada una de las diez flores sagradas. En su hábitat natural la encontramos en las laderas montañosas hasta una elevación cercana a los novecientos metros y en los claros de los bosques, donde haya suelos con bastante humedad.

Suele rondar el metro y medio de alto y da muchas ramas tomentosas, cubiertas a veces hasta por marañas de pilosidades debido a lo cual recibe su segundo nombre de “lanata” o “lanuda”. Posee una fuerte raíz pivotante de casi veinte centímetros de largo por un centímetro de diámetro con aroma alcanforado. Sus tallos pueden ser erectos o rastreros, indistintamente. Tiene hojas simples, pubescentes, de forma elíptica u oval, dispuestas de manera alterna en las ramas.

Florece durante la primavera y el verano. Sus pequeñas flores actinomorfas, sésiles y  bisexuales (condición que utilizan para auto-polinizarse), de cinco sépalos y cinco pétalos blanquecinos, rosados o verdosos, se reúnen en inflorescencias axilares de dos o tres individuos. Da frutos redondos con una protuberancia en forma de pico que contienen varias semillas negras se superficie lisa y pulida.

Toda la planta sirve de alimento, sus hojas se emplean igual que las de la espinaca. Entre sus componentes químicos encontramos alcaloides y flavonoides. Dentro de la medicina no tradicional se le atribuyen a sus flores propiedades diuréticas y disolventes de los cálculos de riñón; la raíz se emplea como demulcente y para tratar el dolor de cabeza; mediante la decocción de la planta entera curan la neumonía, la fiebre tifoidea y otras fiebres prolongadas. Estudios farmacológicos recientes han comprobado que es anti-microbial, antiparasitaria, anti-inflamatoria, hipoglucémica y hepatoprotectora también.