La Orquídea de los pantanos es una orquídea de hábito terrestre, rizomatosa, perenne y de consistencia herbácea, originaria del hemisferio norte, donde se la puede encontrar en humedales y terrenos bajos y pantanosos. Está registrada científicamente como Liparis loeselii, antes Ophrys loeselii y forma parte de la familia Orchidaceae. Suele medir entre diez y veinticinco centímetros de alto.
En la primavera de su pseudobulbo, parcialmente expuesto y provisto de delgadas raíces blancuzcas, nacen dos hojas basales verdes, de ovales a oblongas, con apariencia coriácea y nerviación paralela, que envainan el fuerte tallo cilíndrico que sostiene una inflorescencia de tipo racimo compuesta por hasta una docena y media de pequeñas flores zigomórficas, amarillo-verdosas, sostenidas por cortos pedicelos. Generalmente tienen el labellum translúcido, los pétalos tubulares y los sépalos angostos. Los frutos son cápsulas de alrededor de un centímetro.
Es una especie autógama; la fecundación se lleva a cabo con los gametos del propio polen dado que las flores no se abren; a medida que la flor madura la antera se eleva contra el estilo liberando la masa de polen, entonces las polinias se sujetan al estigma mediante una secreción pegajosa o, si hay agua, mediante gotas de ella. Esto le permite perpetuarse en un medio más o menos estable pero tiene la desventaja de que de esta manera presenta una menor variabilidad generación tras generación, perdiendo plasticidad evolutiva.
Se reconocen tres subespecies: Liparis loeselii subsp. loeselii, la más común y ampliamente difundida por América, Europa y Asia; y Liparis loeselii subsp. orientalis y Liparis loeselii subsp. sachalinensis, ambas localizadas en Rusia.