Se denomina comúnmente Manzanilla de Mahón, o Abrótamo hembra, a una planta aromática siempreverde, de consistencia herbácea y porte arbustivo, que recibe el nombre científico de Santolina chamaecyparissus. Es originaria del sur de Europa y forma parte de la familia Asteraceae (antes Compuestas). Se la emplea para realizar bordes en los jardines, en climas muy fríos conviene proteger el pie con mulch durante el invierno.
Forma matas que miden alrededor de ochenta centímetros de alto. Precisa ubicaciones a pleno sol, se adapta a diferentes tipos de suelo pero conviene que a éstos se les agreguen guijarros, arena y piedras para favorecer el drenaje; el riego debe ser moderado. Se multiplica en otoño mediante división. Es de fácil cultivo y bajo mantenimiento.
De las ramificaciones laterales de su tallo subterráneo nacen numerosos tallos aéreos delgados que están cubiertos de hojas aromáticas de color verde-grisáceo, pequeñas y angostas, dispuestas sobre un raquis a manera de los dientes de un peine. En primavera y verano da flores amarillas tubulares reunidas en cabezuelas semiesféricas, terminales y solitarias, similares a las de la manzanilla; recogiéndolas hacia fines del verano se las deja secar y pueden guardarse para emplearlas cuando ya no haya en la planta. Los frutos son cuadrangulares.
Dentro de la medicina no tradicional a las flores, preparadas en tisana, se le confieren propiedades vermífugas y estomacales; una vez fría esa preparación y aplicada sobre los párpados sirve como colirio. También en uso externo se la emplea como antibiótico y desinfectante de heridas superficiales; agregada al agua de la bañera relaja los músculos y aplicada como enjuague capilar aclara el cabello. El perfume que emana de ella es un excelente antipolillas.