Se denomina comúnmente Mariposa azul y científicamente Caryopteris divaricata a una planta herbácea perenne, de porte arbustivo compacto, que mide entre sesenta y noventa centímetros de alto por otro tanto de ancho. Es originaria de los Montes Himalaya y forma parte de la familia Verbenaceae. Se la emplea como ornamental en los jardines.
Posee hojas deciduas, simples, ovales y acuminadas, de color verde (aunque las hay también variegadas con el borde blanco o crema) que se distribuyen de manera opuesta en las ramas; sus nervaduras están muy marcadas y las cubre una fina pubescencia; el borde es ampliamente dentado.
Durante el verano y parte del otoño da hermosas flores azules, con aspecto de mariposas, que no tienen buen aroma. Están formadas por cinco pétalos, cuatro superiores similares en forma, color y tamaño y el quinto (ubicado en la parte inferior) más grande, más oscuro, y moteado desparejamente de blanco. Los largos estambres de blancos filamentos, con las anteras repletas de polen amarillo, semejan las antenas de las lepidópteras.
La polinización es entomófila y en algunas zonas la visitan además los colibríes o picaflores. Los frutos son drupas esféricas de alrededor de un centímetro de diámetro, también azules, que conservan el cáliz que es persistente. Las semillas son oscuras y minúsculas, se la reproduce mediante ellas.
Precisa ubicaciones a pleno sol y suelos de preferencia calizos o arenosos con buen drenaje. Una vez establecida puede tolerar épocas de sequía pero nunca agua en exceso, por lo que hay que evitar los encharcamientos del terreno. No requiere de mayores cuidados salvo una poda de mantenimiento cada tanto para quitarle hojas secas o ramas rotas.